Aquellos que conocían a Lina Marulanda de verdad sabían que desde niña había decidido construir su mundo de una manera tan metódica y privada que sólo ella tenía el orden y las instrucciones para armar el rompecabezas.
Por eso, será muy difícil saber con certeza las causas de su trágico deceso, el jueves 22 de abril, cuando decidió acabar con su vida lanzándose del sexto piso del edificio en el que vivía en la zona del Antiguo Country, norte de Bogotá.
'La Flaca' que no paraba
Así era Lina, 'la Flaca': una máquina que no concebía la posibilidad de detenerse, que podía acelerar su ritmo de producción para hacer todo.
Cuando estaba en Caracol Noticias (del 2003 al 2007) se levantaba a las 4 a.m. para ir al gimnasio y cumplir con sus tareas como presentadora y publicista (en el equipo de mercadeo del Canal).
No tenía problema en sacrificar sus tiempos, sus horas de sueño y hasta los momentos con los suyos para que la vida funcionara como quería.
Y cuando las cosas no le gustaban se le notaba en los ojos. Esos enormes ojos cafés que también parecían cambiar de color cuando soltaba una de sus sonoras carcajadas.
Pero últimamente no estaba tranquila, relatan varios de sus amigos más cercanos.
"Estaba insegura porque sus socios le hicieron una mala jugada, se le salió de las manos el negocio en el que había puesto todo el empeño para que fuera exitoso", dijo el presentador Iván Lalinde, su mejor amigo.
Hace dos años, Marulanda decidió asociarse con los dueños de la joyería Turmalina & Durando para abrir un local en la zona rosa de Bogotá. Y todo indica que su fracaso en este negocio, por causas no del todo claras, la golpeó mucho: "Venía mal porque se había retirado de su sociedad Turmalina & Durando (...) y eso la tenía también afectada", narró una de sus mejores amigas, la actriz Alejandra Azcárate, con lo cual, a los problemas del corazón se habrían sumado unos de tipo económico.
Fuente: el tiempo.com
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