La investigación de la muerte del diseñador británico demuestra que fue él mismo quien terminó con su vida.
Tras consumir altas dosis de cocaína, tranquilizantes y pastillas para dormir, Alexander McQueen decidió ahorcarse para acabar así con la presión a la que se sentía sometido por su trabajo y la pena que arrastraba desde la reciente muerte de su madre.
Así lo ha dictaminado el médico forense Paul Knapman, según informa la BBC, a la luz del resultado de la investigación que comenzó el 11 de febrero pasado, día en que el cadáver del diseñador británico fue encontrado en su piso de Londres.
"El equilibrio de su mente estaba trastornado", ha declarado el forense tras dar el veredicto de suicidio. El tribunal estudió la larga historia de depresiones, insomnio y ansiedad de McQueen, así como sus previos intentos de quitarse la vida mediante sobredosis de drogas y fármacos en mayo y julio del año pasado.
Fuente: El país.com
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