No me arrepiento del júbilo sentido por su liberación ni tampoco haberle escrito un poema que me salió del alma poco después de su liberación como rehen de las farc , pero Ingrid Betancourt me ha dejado (como a casi todos sus seguidores y a todo el pueblo colombiano) perplejo.
Ya todo el mundo conoce su desfachatez por morderle la mano a quien un día se la abrigó, Todo un pueblo que sufrió su cautiverio y se llenó de Felicidad por su liberación. Ese mismo pueblo que ahora la repudia y la ha convertido en la persona más odiada de Colombia.
Tardará mucho tiempo para que ese atisbo de popularidad del que un día disfrutó sea siquiera recordado por un pueblo que ha ido mejorando su imagen internacional gracias a un gobierno que ha sido fuerte contra quienes han querido mancillarle y ultrjarle dejando entrever que somos gente salvaje y cuna de bandoleros. Muy lejos de lo que ahora refleja mi querido terruño donde "el único riesgo es que te quieras quedar".
Por dios, qué pena, no? con lo bien que me caía cuando salió libre, me pareció tan sencilla y tan modosita, y mirala ahora....
ResponderEliminarBezos.