La actriz y modelo se operó para ponerse implantes mamarios hace casi diez años. Sin embargo ahora no duda en reconocer que son demasiado grandes, que en su día le costó mucho acostumbrarse a ellos y que sería mejor no tenerlos.
Y es Carmen hoy se muestra convencida de que esa operación no era necesaria porque estaba contenta con el tamaño natural de sus pechos, según asegura en Contactmusic.com.
Eso sí, la actriz asegura que también hay que valorar el hecho de no tener que llevar sujetador ni ningún elemento para realzar sus pechos. No obstante, reconoce: "Podría haberme estado quieta".
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