El novio, vestido con el clásico chaqué, esperó impaciente a las puertas del templo a Zara, que eligió un vestido de seda color marfil diseñado por Stewart Parvin, uno de los modistos favoritos de su abuela. Además, lució espectacular un vaporoso velo de tul y unos zapatos de Jimmy Choo.
Las joyas tuvieron un gran protagonismo en la ceremonia, ya que Zara adornó su elegante recogido con la "tiara Griega", un regalo de boda de Isabel II que heredó su hija y madre de la novia, la Princesa Ana. Los pendientes, de diamantes y en forma de lágrimas, también pertenecen a la colección de su progenitora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario